Los entrenadores del baloncesto norteamericano son conscientes de la fuerza de la palabra. Es por ello que muchos de ellos son recordados por sus  frases.

Dean Smith.

Si consideras cada partido como una cuestión de vida o muerte, vas a tener muchos problemas. Por una razón, morirás muchas veces.

 

Jim Calhoun.

Al baloncesto no le importa de qué color tienes la piel. No le importa qué idioma hablas o qué religión profesas. Tampoco le importa si eres grande o pequeño, rápido o lento. Lo único que te pide es que juegues para competir, para perder con dignidad y para ganar con humildad.

 

Pat Riley.

Cuando los jugadores de un equipo con talento confían entre ellos y combinan el instinto con la audacia y el esfuerzo, es que el equipo está preparado para progresar.

 

Hubie Brown.

No importa lo bueno que seas. En la cima de tu juego, recuerda que estás a medio paso de la calle.

 

Mike Krzyzewski.

Cuando estás apasionado siempre tienes el objetivo a la vista y no te distraen los obstáculos. Debido a que te gusta lo que estás haciendo, las cosas como rechazo y contratiempo no obstaculizarán tu búsqueda. Crees que nada puede detenerte.

 

John Wooden.

La capacidad puede llevarte a la cima, pero se necesita fuerza mental, moral y física para mantenerse allí.

 

Phil Jackson.

Mi padre siempre tenía un cartel en su escritorio que decía:
«Cuanto más grande es la cabeza, más fácil de llenar son los zapatos.» Realmente lo tenía muy bien aprendido.

 

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