El método «COM-PLA-CER» debe su nombre a sus tres elementos principales, escogiendo la primera sílaba de cada uno de ellos. Su interés radica en la complacencia que deseas sentir al aplicarlo de manera óptima.

Los tres elementos son:

COM PETENCIA
PLA NIFICACIÓN
CER EMONIAL

COMPETENCIA. El intento de conocimiento de uno mismo incluye la capacidad de comprender, a grandes rasgos, cómo funciono a lo largo de un día completo. ¿Cuándo soy capaz de tener la máxima concentración? Quizás por la mañana, o quizás por la tarde. También puede ser que trabaje con mayor capacidad mental por las noches. Una vez tengo mi mapa de capacidades en el tiempo, puedo abordar el segundo elemento del método.

PLANIFICACIÓN. Antes de que termine la jornada organiza la agenda del día siguiente. Existen algunos puntos importantes a tener en cuenta:
– Deja huecos en la agenda para que la vida pueda tener espacio con sus imprevistos. Una planificación 100% aboca a la frustración porque es seguro que, al día siguiente, aparecerán cosas que no esperas.
– Asigna las tareas que requieran mayor precisión y concentración en aquellos momentos en que sabes que tienes más energía. Deja las tareas de poca complejidad para los horarios en los que estés menos activo.

CEREMONIAL. Este es, en realidad, un elemento que está presente siempre y engloba a los anteriores. Te inventas ritos para tareas importantes. Escoges un bolígrafo, una mesa o una libreta determinada para la tarea que vas a desarrollar. Si esa actividad es recurrente, tendrás esos objetos a mano y que marcan el ámbito de la acción.

Si alguna vez te ha complacido el resultado de una tarea que has realizado, prueba a detectar los tres elementos que he comentado.